Dreamland: Despedida de Bocas Del Toro, Panama 2010

15 Ago Dreamland: Despedida de Bocas Del Toro, Panama 2010

1 de febrero de 2011

Finalmente quedamos libres de trabajo y celebramos la despedida de la región con un canopy (tour de tirolinas por encima de las copas de los árboles de la jungla) en la reserva natural de Red Frog, en la isla de Bastimentos.

Llegamos una hora tarde al encuentro con los guías y somos los tres únicos participantes de la aventura. Nos asignan una pareja de jóvenes guías panameños que enseguida nos los metemos en el bolsillo y comenzamos a divertirnos todos en grupo.

Volamos literalmente por encima de la jungla de la reserva natural, a una altura que en ocasiones supera los treinta metros, y con tirolinas de cable que alcanzan más de trescientos treinta metros de longitud.

Es increible !!

A pesar de la lluvia, la experiencia es realmente satisfactoria.

Invitamos a nuestros nuevos amigos criollos a cenar con nosotros y ellos nos invitan a una fiesta local de ritmos antillanos y africanos donde congeniamos con toda la gente del lugar, en la población principal de la isla de Bastimentos.

Para poder movernos desde la marina hemos de cruzar los manglares durante toda la noche, a casi treinta nudos de velocidad y a un pie por encima del arrecife, totalmente a oscuras y guiandonos por la luz de las estrellas y de los bares de Bocas del Toro.

La cosa se complica a las 2 o 3 de la madrugada y ya con unos cuantos rones encima, pero aún así, conseguimos encontrar el Barco Hundido, un local de renombre construido sobre pilares encima de un barco hundido en el mismísimo frente marítimo de Bocas del Toro. Iluminado por la noche, es una delicia tomarte un trago viendo bajo tus pies un verdadero acuario tropical con el decorado del pecio!!

Aquí ya saboreamos ritmos más occidentales y menos africanos pero siempre con sabor caribeño.

El retorno de 4 o 5 millas a la marina por en medio de los manglares en plena oscuridad se convierte en una actividad que descarga tanta adrenalina como el canopy, de hecho, nuestros amigos guías se estresan por la sensación de volar en la oscuridad a alta velocidad por en medio de la vegetación y rozando los corales.

Milagrosamente encontramos nuestro barco después de 15 minutos intensos de viaje extremo. Son las 4 de la madrugada y he de repetir el viaje a las 6 y media para dejar a Carlitos en el aeropuerto, así que a dormir un rato!!